Dicen
por ahí que todo tiene su principio y final, independientemente de
lo que yo piense, llegó el final de la clase colectiva de viola
2011/12.
Soy
una persona más tímida de lo que os podéis imaginar y si le sumáis
que no me gustan las despedidas (lo paso un poquito mal) el resultado
final parece frío por mi parte, pero en realidad, es todo lo
contrario. De hecho, ha sido la primera vez que he dado una
sorpresa-merienda a mis alumnos, ya sé que por petición vuestra
hace muchos meses.
Si
miramos todos hacia atrás han pasado tantas cosas (buenas, malas y
regulares) desde el día de poner los horarios de la clase que me
parece mentira que haya llegado el final.
Y vosotros, mis
discípulos de Séneca, habéis andado ese camino conmigo, por eso
sólo puedo deciros (como en un anuncio de coca-cola de hace unos
cuantos años que me gustaba mucho):
¡¡¡¡Gracias!!!!
por
vuestra sonrisa permanente al entrar en clase, por vuestra ilusión,
por vuestro trabajo, por vuestro esfuerzo, por nunca decir “no”,
por vuestros nervios, por vuestras críticas, por vuestras
confidencias, por vuestros dibujos, por vuestras preguntas, por
nuestras clases de idiomas, por sonreír tocando siempre que os lo
pedía porque si no….., por contestar todas las semanas a mi
pregunta que ya os hacíais vosotros en voz alta “¿os habéis
metido en el blog?”, por dar de “comer” al arco, por vuestros
juegos incluso travesuras diría yo, por vuestros olvidos de
partituras mm mm (ya sé que fueron sólo un par de veces), por
vuestras sugerencias, por el momento pinturas-partituras, por el
momento “relojes”, por vuestros comentarios sobre Ana de las
tejas verdes e incluso por los errores que hemos cometido todos yo la
primera (alguno recientemente en una audición, no?) y que son tan
necesarios para no dejar de aprender, y sobre todo:
Por responder Carlotta (me tomo la última licencia y sabes por qué, no me lo tengas en cuenta) siempre a la pregunta mítica del curso con una sonrisa: ¿quién es Séneca? Y ¿qué quiere decir “carpe diem” y ”tempus fugit”?
Por
la humildad, la valentía y el compañerismo de Alicia,
siempre estás ahí y se
puede contar contigo.
Por
las historias compartidas de Ana
al grupo y por dar con
nuestra palabra clave.Por cierto, no vamos a ponerla aquí, ¿verdad?
Por
los silencios y la mirada seria de Nuria,
fruto de tu responsabilidad con ese movimiento tan característico de
tus gafas.
Por
la concentración de Carlos,
para hacer las piezas cada
vez mejor junto con tus bromas de Mota para relajarnos.
Por
la crítica del blog de Lucía,
has sido todo un reto para
mí.
Por
las sugerencias y el esfuerzo de Zaira,
nunca dejas de tocar
porque disfrutas más de lo que crees.
Por
la sonrisa de Ángela,
aunque no sea “real” porque según tú no se puede tocar
concentrada con una sonrisa, pero yo te he visto aunque a veces me
dabas miedo.
Por
el respeto de Jesús
y tu comentario habitual “Profe me la sé de memoria”.
Por
la timidez e ilusión de Paula,
que te hace mejorar y
superarte cada día ante los retos.
Por
las preguntas de Mario,
siempre al principio de la clase para que os contara alguna historia
de los griegos, romanos o egipcios que tanto me gustan y que creo que
a vosotros también, junto a tu costumbre de venir 10 minutos antes a
clase que se hizo tan esperada.
Por
la energía de Daniel
y tu viola voladora, ¡¡¡qué susto nos distes!!! Todavía nos
acordamos de tu reacción. Descubrimos que tu viola tiene ángel de
la guarda.
Por
todo esto y más que se queda para mí, junto con momentos vividos en
la clase individual con Alicia, Nuria, Zaira, Carlotta, Paula y
Daniel, ha sido tan especial teneros a todos como alumnos este curso.
Con el tiempo espero que recordéis la clase con cierta nostalgia y
cariño, y que seáis un grupo
unido que se
caracterice por el respeto
y compañerismo entre vosotros.
No
puedo despedirme (como os podéis imaginar) sin dejar por escrito
otra vez nuestro lema, o mejor dicho nuestro grito de guerra (que
aprendan los mosqueteros con su “todos para uno y uno para todos”
de nosotros):
NADIE
ES MÁS PODEROSO
QUE
QUIÉN ESTÁ EN PODER DE SÍ MISMO. SÉNECA
Pero
no puedo despedirme sin hacer de las mías, y plantearos a modo de
curiosidad dos preguntas: ¿cuántas palabras forman esta fantástica
frase? Y, ¿cuántos alumnos sois en total en colectiva? no habías
caído, eh?
Mis
deseos para vosotros aparecen en este vídeo titulado “mi célula
creativa” cuya música estoy segura que os va a gustar y espero que
el mensaje también. Como diría Carlota (ya no me permito la
licencia para que no me riñas): ¡ CARPE DIEM ! o ¡ TEMPUS FUGIT !
Hasta
pronto, Maria Eugenia.